lunes, octubre 30, 2006

La captura de Clay

Lunes, 30 de Octubre 2006


EL 2001, ‘CLAY’ EL MANDO SENDERISTA EN EL HUALLAGA FUE CAPTURADO • Sin embargo, poco después salió libre. ¿Cómo lo logro?
Fotos: Jair Ramírez.


Apodos no le faltan. O seudónimos. Le dicen ‘El Orejón’ por razones que saltan a la vista. También lo llaman ‘Maclovio’ en algunos lugares. Pero en todo el Alto Huallaga lo conocen por un seudónimo breve: ‘Clay’. ¿De dónde lo sacó? Quién sabe. Pero ahí, en el valle que fue la despensa mundial de la cocaína y escenario de extravagantes fortunas y violencias, Héctor Aponte Sinarahua, ‘Clay’, el mando militar de Sendero Luminoso, se ha mantenido por más de 20 años en la cresta de cuanta ola de sangre ha reventado en la región.

El 27 de marzo de 1989, ‘Clay’ comandó el masivo ataque senderista contra la guarnición policial de Uchiza. Medio centenar de efectivos de la entonces DOES fueron vencidos por alrededor de 400 senderistas luego de cinco horas de combate, en medio de la impotencia o la negligencia del resto del Estado y las fuerzas de seguridad de entonces. Diez policías murieron, entre ellos tres oficiales asesinados luego de haberse rendido.

El 20 de diciembre de 2005, ‘Clay’ dirigió –según apreciaciones concurrentes de las fuerzas de seguridad– la emboscada de Angashyacu, donde murieron ocho policías y quedó mutilado el único sobreviviente.

Dieciséis años, muchísimas muertes entre ambos hechos y una guerra que se suponía terminada. Para ‘Clay’, es obvio, la guerra sigue. ¿Pero cómo se las ha arreglado para sobrevivir y seguir luctuosamente activo? Más por zorro que por lobo.

En la primera fotografía exclusiva, ‘Clay’ mira con arrogancia a la cámara. Parece estar en control de la situación, pero en realidad había caído preso poco antes. La foto fue tomada el 2001.

Era la segunda vez, en esos dieciséis años, que había sido capturado. La primera vez fue el 27 de julio de 1991, en Lima, en una operación del grupo Bredet de la Dincote, que dirigieron los entonces comandantes Juan González Sandoval y Juan Vargas. Lo arrestaron en una casa de la urbanización Canto Rey, en Lurigancho. Dijo que había ido a comprar pan serrano en la casa donde fue detenido. En el ínterin ‘Clay’ se había dado tiempo, según el atestado policial, para reventar un coche bomba frente a Palacio de Gobierno el 13 de agosto de 1990.

En setiembre de 1991, ‘Clay’ estaba en la cárcel, de acuerdo con el atestado de reo en cárcel que se hizo entonces.

Luego desapareció. No se sabe aún cómo, pero el hecho es que ‘Clay’ salió de la cárcel.

Diez años y muchas muertes violentas después, el 2001, ‘Clay’ fue capturado nuevamente en el Alto Huallaga. El ministro del Interior en ese momento era, según fuentes con conocimiento preciso de causa, Antonio Ketín Vidal.

Su detención fue el resultado de lo que un policía, veterano en la lucha contra Sendero, califica como "una operación brillante de inteligencia". Dicha operación fue ejecutada, de acuerdo con fuentes bien informadas, por uno de los oficiales que había participado en su captura 10 años atrás.

Ahí estaba, detenido y fotografiado el mando militar (junto a ‘Alipio’) más peligroso de Sendero. Con años y años de experiencia en guerra de selva, en emboscadas, en conocimiento del terreno.

"Agarras a ‘Clay’ y agarras a ‘Alipio’ y se acabó todo", sostiene, quizá con algo de exageración, un experto militar que sigue ahora el tema de la subversión. "‘Artemio’ es borrachín, mujeriego. Tiene su convocatoria pero rehúye el peligro. ‘Clay’ es el que maneja las acciones".

Sin embargo, poco después de tomada esta foto, ‘Clay’ estaba de nuevo libre.

¿Cómo salió? El policía que lo capturó lo puso en libertad.

No. No hubo negligencia ni corrupción. Se trató de un riesgo calculado que salió mal.

De acuerdo con las informaciones que este periodista ha podido recabar, ‘Clay’ se declaró vencido y ofreció al coronel que lo había capturado la posibilidad de coronar su éxito inicial con una victoria completa. Ofreció entregarle a ‘Artemio’ y a los demás dirigentes del Huallaga. Ahí se acababa la guerra en el valle. Pero para entregarlos debía estar libre.

Ese es un dilema clásico en operaciones de inteligencia. El dirigente que "se voltea" y ofrece entregar al resto de la organización. Pero los otros no deben sospechar y por eso hay que dejarlo en libertad. Para quien toma la decisión, es una apuesta de todo o nada.

Los antecedentes no eran buenos. Dos años antes, en 1999, los senderistas de Viscatán le habían hecho creer el cuento de la rendición al SIN a través de su operativo, el general Eduardo Fournier. El resultado fue el desastre de Anapati en el que murieron varios oficiales de la fuerza armada, incluyendo un coronel, se perdió un helicóptero y cayeron tres ametralladoras en manos de los senderistas. Una de ellas, de 12,7 mm, con disparador eléctrico, es particularmente letal, si funciona.

El coronel que había capturado a ‘Clay’ dos veces, y creía conocerlo, se las jugó.

Y perdió.

‘Clay’ dijo que volvía y hasta ahora lo esperan.

"Los [senderistas] del Huallaga han sufrido tantas capturas, que ahora se cuidan mucho", dice un oficial de la policía con larga experiencia en inteligencia. "Ahora solo se ven con gente de confianza, vigilan mucho... y esos señores tienen mejor inteligencia que nosotros".

A diferencia de otros lugares, en el Huallaga el problema no parece ser de sequía de información sino de contaminación de la misma.

"Si mañana abro una tienda en el Huallaga y pongo un cartel que diga "pago por informaciones sobre ‘Artemio’ y ‘Clay’, voy a tener en minutos una cola de tres cuadras", dice el oficial. "Pura bamba. Esto está muy maleado".

En esta guerra de un cuarto de siglo, las fuerzas de seguridad tienen también veteranos todavía vigentes, pese a los pases al retiro. El mejor conocido es, sin duda, el coronel (r) Benedicto Jiménez, creador del GEIN y captor de Guzmán.

Otro asesor de Pizarro es un general de la Policía, Alberto Sarmiento, que pasó al retiro el 31 de diciembre pasado.

El nuevo jefe operativo del Frente del Huallaga es el recientemente ascendido general Arturo Dávila; pero Pizarro ha nombrado a Sarmiento como su representante personal para coordinar las múltiples y con frecuencia recíprocamente celosas fuentes de inteligencia de las fuerzas de seguridad.

Sarmiento es de un perfil poco común. Es un ex PIP, que hizo buena parte de su carrera en las unidades ‘Delta’ de la Dincote. En 1999, igual que otros veteranos, fue separado de la Dincote por Montesinos. "Botó a todos los coroneles", dice un ex colega.

Sarmiento terminó peleando contra Sendero en la selva. Primero en Tingo María y después en el VRAE (Valle de los ríos Apurímac y Ene). En Satipo empezó a armar un aparato de inteligencia, captando informaciones de desertores, sobre lo que sucedía en "la caldera del diablo", la intocada región de Viscatán de donde Sendero jamás fue desalojado.

Sarmiento empezó a operar, con un empeño y agresividad que lo singularizó rápidamente, detrás de las líneas senderistas. Mientras los militares patrullaban cada vez menos, el ‘chato’ Sarmiento el ex Dincote citadino, se aventuraba, al mando de patrullas policiales, en incursiones dentro del territorio controlado por Sendero.

En agosto de 2001, Sarmiento tuvo informaciones sobre un campamento senderista en la zona de Tsomabeni y decidió caerles encima. Al mando de una treintena de efectivos de la Dincote y de Drogas, se aproximó al campamento senderista.

Su inteligencia tenía, sin embargo, cuatro o cinco días de antigüedad, y el escenario era diferente.

En una entrevista con este periodista, dada luego de pasar al retiro y antes de asumir su actual responsabilidad, el general (r) Sarmiento describió lo que vino después.

"En el campamento se hallaba reunida casi toda la fuerza principal de SL. Había quizá unos 80 combatientes. Al cruzar el río chocamos con un grupo de contención que nos barrió con fuego de ametralladora".

Según fuentes militares, fue el propio ‘Alipio’, el principal mando militar senderista del VRAE, el que manejó la ametralladora (una de las sustraídas a Fournier).

"Nos aguantaron en la playa" dice Sarmiento. Ahí les hicieron casi todas las bajas. Cuatro policías cayeron muertos, algunos mientras trataban de socorrer a los heridos. Sarmiento fue herido de bala en una pierna, pero siguió combatiendo.

"Poco después, [los senderistas] nos flanquearon y rodearon", recuerda Sarmiento. Decidió abortar la operación y retirar a su gente. Pero dos helicópteros de la Policía que llegaron a rescatarlos tuvieron que abandonar el lugar después de recibir varios balazos.

"Nos llovía de todos lados", dice Sarmiento, "de todo tipo de armas. Yo me atrincheré con la gente en un hueco, en una depresión del terreno". A la cinco de la tarde, cuando el anillo senderista se cerraba sobre ellos, Sarmiento ordenó el repliegue y la retirada por un paso que sus guías le dijeron estaba todavía libre.

En ese momento, Sarmiento afrontó uno de los peores dilemas de un comandante en operaciones: si llevar a los muertos o dejarlos. Con la noche y el enemigo encima, Sarmiento optó por dejarlos para no restar velocidad y capacidad de movimiento a su tropa. Logró eludir el cerco y llegar a lugar seguro después de trece horas de marcha nocturna.

Los senderistas abusaron salvajemente de los cadáveres. "Los destazaron, los mutilaron", dice Sarmiento. Poco después, Sarmiento recibió anónimos y acusaciones por haber dejado los cadáveres de los policías en el campo de batalla. "Estuve a punto de pedir mi baja", dice Sarmiento, a quien aún afecta visiblemente el recuerdo de ese episodio.

Pero siguió operando. El 23 diciembre pasado, una semana antes de pasar al retiro poco después de la emboscada de Palmapampa, donde murieron cinco policías, el ‘chato’ Sarmiento armó una incursión de respuesta detrás de las líneas senderistas. "A la salida le dispararon a los helicópteros y tuvimos dos heridos", dice Sarmiento. "Pero al final recibí más memos que balas", añade. "Que la investigación interna, que la investigación fiscal... Para mí esto es una guerra, y en una guerra hay muertos y hay heridos... No se puede frenar las operaciones... Hay que dar incentivos para actuar, porque si no, pasa lo que pasó... Se les dejó el terreno".

Sarmiento cree que existen todos los elementos para lograr resultados. "No necesitamos los comandos para los desfiles, sino para actuar... En el VRAE, con 300-350 comandos, más Dincote y [Policía anti] Drogas, se puede obtener resultados en un año".

(El Comando Conjunto tiene en sus planes el hospedar fiscales en las guarniciones antisubversivas e incluso en las patrullas y operaciones, para garantizar su legalidad. Cuando se concrete, el Ministerio Público afrontará dos tipos de demanda: la judicial y la aeróbica).

¿Hay rebrote? No. Como se ve, Sendero nunca dejó de existir y de tener presencia y control en zonas dadas. Lo que sí hubo y hay es crecimiento. Y ahora, tardía pero necesaria, la reacción del Estado.

En el Huallaga, Sarmiento, el veterano policía, compilará la inteligencia que lleve a la ubicación y captura de ‘Clay’, el veterano senderista. Uno se pregunta qué prometerá esta vez ‘Clay’ cuando lo capturen.

domingo, octubre 29, 2006

Poeta, fotógrafo, músico. Bertoni

De vez en cuando

"Para mí lo máximo es un hueón como Diógenes que vivía en un
macetero y que cuando Alejandro Magno le dijo que pidiera lo
que quisiera, le exigió que se hiciera un lado porque le
estaba tapando el sol. Esa es mi idea de un tipo valioso".

MALU URRIOLA, Poeta Shilena

De "Hija de perra"


Cuando no estás me faltas como si me faltara un brazo, daría un brazo por no
sentir esta falta... daría un brazo, pero no el brazo con el que escribo. El
brazo con el que escribo no se lo doy a nadie, si me deshiciera de este brazo
moriría atragantada. Este brazo es el que aprieta mi vientre, el que hunde su
mano en mi garganta para que las palabras salgan, porque mi brazo sabe que las
palabras son como trozos de carne que me atoran, si no tuviera este brazo
tampoco podría hablar, porque este brazo es mi lengua, con este brazo puedo
decir lo que la lengua se calla, podrían cortarme la lengua pero no el brazo,
por eso no siento ningún miedo cuando tengo la lengua dentro de tu boca, porque
aunque la arrancaras me quedaría este brazo. Con este brazo me sostengo, con
este brazo lucho cada día. Cuando me pierdo es este brazo quien me encuentra,
cuando me desespero es este brazo quien me calma, este brazo es mi memoria, este
brazo es quien me saca a flote, quien jala de mí, quien me aturde para
arrastrarme hasta la orilla, este brazo se compadece de mí más que nadie, me
saca el agua que he tragado, me golpea el corazón para que ande, si no fuera por
este brazo no sé qué sería de mí, por eso sigo a mi brazo, porque este brazo es
capaz de encontrar lo que yo no hallo, por eso es él quien escribe, porque si
escribiera yo, no encontraría las palabras necesarias, en cambio mi brazo es
exacto, porque mi brazo sabe que si no soy capaz de resistir, que si me agoto de
ver todo el tiempo lo mismo, que si me canso de escuchar las mismas palabras
idiotas, que si me harto de ver a la misma gente como en un cinematógrafo de
barrio, que si me aburre ver con mis ojos sus ojos pajes desesperados de fama,
de una fama gris de estrella de cinematógrafo de barrio, porque mis ojos se
cansan de ver tanto, todo igual, repetido, mi ojos se hartan tanto que se harían
sal si vieran que algo nuevo pasara, porque esta ciudad se detuvo antes que
llegáramos yo y mi brazo, esta ciudad sombría ya no se desempaña, esta ciudad es
inalterable, esta ciudad quisiese ser rubia, esta ciudad quisiese beber whisky
cuando se muere de hambre y si este brazo no fuera fuerte nos habrían arrancado
medio pedazo, pero a mi brazo nada de esto lo derrumba porque mi brazo es ciego,
mi brazo es sordo, mi brazo sólo escucha la sangre de él. Sabe que cuando no dé
más deberá tomar la empuñadura y rajar la muñeca de mi otro brazo, sabe que
aunque son pares sólo él puede hacerlo, sabe que él será el último en abandonar,
lo sabe, como sabe también que será capaz de dejar de escribir porque escribir
me daña a veces, mi brazo sabe que escribir daña porque es él quien escribe,
cuando mi brazo escribe sabe que está doliendo, quemando, sabe que me revuelvo
toda, por eso mi brazo dejaría cualquier cosa para calmarme. Es este brazo quien
te olvida, no yo, porque mi brazo sabe que estando juntos somos capaces de
resistir tu falta, que podemos trazar tu recuerdo, en cambio si me faltara este
brazo yo me quedaría muda, me quedaría postrada, no podría resistir, no podría,
por eso no te doy este brazo ni se lo daría a nadie, porque este brazo es el
único capaz de librarme de mí.
***

POEMAS (2001)

CASA DEL PAPEL

el diario pasaba todos los días, por el mismo lugar,
era como aquel papel que esconde el libro en mi casa,
esos papeles sordos, amarillos de tanto aguantar, 487kilometros de palabras asistian a este encuentro,
Me sentaba a esperar A que llegaran, , extendía mis brazos, y leía vertical, las palabras verticales, como alrededor de la “s”, se empiezan a colocar de mal genio, taciturnas, habladoras, lengua larga,
en mi pieza solía colocar pero
comenzaron a ponerse balsuas, flotaban como peces en piscinas plásticas, guea que no gusto y se fueron cagando de aquí, chaito no mas, les dije,
desde ahora van a ser rosas paréntesis
nada de tragedia, de románticos discursos,
hoy se van a portar como lo que siempre debieron ser,
una extensión de lo irrisorio que resultaban solas.
las mas horrendas eran esas,
que te manchan que te estiran los ojos, que se acercan rutilantes hasta romperte,
esas si son costosas, las calladitas,
las que se tiran de lejos, y aparecen doble ,
y te dice hasta la próxima


UNO

solo iba a comprar el diario
a la esquina de huerfanos
yo no prometi el aguacero
aparecio,
juro que no lo llame.


DOS

eran las calles solas,
con enormes sombreros
y sus ambulancias
era la hora en que se comenzaba a barrer
esa hora,
en que te empezai a rascar la cabeza hasta que te queda roja.............

La misma

miércoles, octubre 18, 2006

MENOS MAL....